Genaro es el responsable de las cuentas más importantes en una agencia de publicidad; separado de su esposa, su vida pasa por una etapa de divertida soltería. Giulianna, aparecida antes de su separación es una de sus aventuras intelectuales y pasionales, de la misma manera que se van involucrando otras jóvenes y ya no tanto: Annie, que duda de la virilidad de Genaro, y Elena, la dama con mucha elegancia y pocas inhibiciones. En su imaginación, Genaro desarrolla un plan para robar cuatro cajeros automáticos a los cuales se ve azarosamente vinculado, y como un desafío se propone llevarlo a cabo en medio de instancias que lo ponen a prueba de decidir entre el bien y el mal. Sin saberlo, lo de él no es nada... Se ve involucrado en algo mucho más grande, los centros de poder juegan su partida, y debe aprender las reglas del juego, complementando su falta de experiencia con picardía y creatividad. Dinámico y divertido, cuenta con vinculaciones insospechadas y con el destino, que le da una gran mano pero también lo envuelve. La Ciudad Vieja, Punta Carretas, Piriápolis y Cuchilla Alta son el marco donde se desarrolla esta historia con partes de suspenso, cómicas, casi policial pues la policía nunca intervino.