ULTIMAS NOTICIAS, 28 DE SETIEMBRE Gustavo Moliner, de 24 años y profesión yesista, viajó para visitar a su novia, llevaba 780 dólares y un pasaje que marcaba su retorno a los siete días. El sábado 22, en Barajas, entendieron que no reunía los requisitos para ingresar al país y fue recluido en la sala reservada para los futuros deportados. Según explicó a Ultimas Noticias el portavoz del Centro Uruguayo de Madrid-Ctiu, Juan R. Sotelo de Brun, el Consulado uruguayo no fue informado oficialmente de la situación. La novia del “detenido” puso al tanto a la representación diplomática, a la que se le explicó que Moliner “no reunía el requisito de presentar documentos que justifiquen el objeto y las condiciones de la estancia prevista en España”. Moliner pasó en una silla su primera noche en la pequeña sala superpoblada por rechazados. Intentaron deportarlo al día siguiente pero las autoridades lo llevaron tarde al avión. El domingo 23 y el lunes 24 desde el aeropuerto negaron al Cónsul uruguayo en Madrid la detención del joven. Pero ante la insistencia, logró verlo y a partir de ahí establecer un contacto telefónico con su novia. La noche del martes 25 fue enviado en avión hacia Uruguay. En la misma sala quedó Martín Sebastián Fontes, uruguayo del barrio Colón, con pasaje de ida y vuelta y hotel pagado por anticipo pero sin carta de invitación. Simultáneamente, una joven compatriota fue rechazada en Barcelona y retenida en Madrid hasta ser deportada. El pasado 19 de setiembre, el presidente español José Luis Rodríguez Zapater se comprometió personalmente ante el presidente Tabaré Vázquez a garantizar un “trato humano” para los uruguayos que no lograran ingresar a su país. La situación surge como consecuencia de una serie de deportaciones ocurrida en los últimos meses que fueron precedidas por días de reclusión en condiciones inhumanas en una suerte de celdario ubicado en el subsuelo de Barajas. |
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Mi país- PERIÓDICO LATINOLlegan a España 25.000 uruguayos>> De los llegados hasta agosto, se les negó la entrada a 125Leandro Prigioni>LATINO / Montevideo
La última semana de septiembre se prohibió el ingreso a España a tres uruguayos. Al menos en uno de los casos no se cumplió con el compromiso del presidente José Luis Rodríguez Zapatero de notificar al consulado del país austral.
En su reciente encuentro con el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, Rodríguez Zapatero aseguró que España intentaría que no hubiera más casos de devolución de uruguayos en las fronteras -difundiendo las exigencias para ingresar-, y se comprometió a comunicarse con las autoridades competentes para que recibieran el mejor trato a su paso por España. MÁS RECHAZOS EN VERANO En los meses de julio y agosto había aumentado el número de uruguayos rechazados por España. De acuerdo a las autoridades, se debió al endurecimiento de los requisitos exigidos para el ingreso. Las cifras oficiales concluyen que de los 25.294 uruguayos llegados a España este año, sólo se negó el acceso a 125, aunque algunos casos cobraron notoriedad por denuncias de malos tratos, generando la condena del Parlamento del país austral. En su día, el canciller uruguayo Reinaldo Gargano transmitió su queja al Gobierno español por las irregularidades señaladas y reiteró que aún rige el Tratado de 1870, nunca denunciado (dejado sin vigencia) por España, donde se establece que el tratamiento a los uruguayos en este país debe ser recíproco al de los españoles en Uruguay: derecho a la residencia, al trabajo y la seguridad social. Uruguay ha interpuesto recursos de amparo y ha obtenido fallos favorables. Pero el Gobierno español se ampara en el Tratado de Schengen, que deroga al anterior. URUGUAY NO SE ENTROMETE Álvaro Portillo, director del Departamento 20 de la Cancillería uruguaya, sostuvo que la decisión de España no es unilateral, se enmarca en el hecho de que hace parte de la Unión Europea. Añadió que no corresponde al servicio exterior uruguayo entrometerse en las decisiones de la política migratoria española, y que el consulado sí debe verificar que la devolución de aquellos rechazados sea en condiciones adecuadas. Pese al argumento de los involucrados, Portillo consideró que muchas veces no se cumple con los requisitos exigidos. En otro orden, explicó que la deportación, como figura legal aplicada a uruguayos residentes en España, no alcanza hasta el momento una cifra de dos dígitos. |
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ESPAÑA CUMPLIÓ: “TODOS MUY AMIGOS, PERO MARCHE PRESO" |
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Madrid, 26/09/07.- Tabaré Vázquez, el viernes 22 de septiembre, estaba en LA PENÍNSULA IBÉRICA y Rodríguez Zapatero como prueba de su buena voluntad, le mandó dos turistas uruguayos inadmitidos de vuelta para Uruguay, “sin ningún rasguño”. El Presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero cumplió. Gustavo Moliner uruguayo de 24 años, de profesión yesista, tenía toda la “pinta”, para el funcionario policial, de ser en germen, un “trabajador indocumentado”. Por suerte el “atento” y celoso guardián se dio cuenta que con 780 dólares y con un billete de ida y vuelta de siete días, no podía vivir en casa de su novia hispano-uruguaya una semana. Semejante delito futuro no lo podía dejar pasar. Lo privan de su libertad y lo hacinan en una sala especial para violadores en potencia de la legalidad española. La policía no informó al consulado la privación de libertad de Gustavo, fue el CENTRO URUGUAYO DE MADRID-CTIU y la novia del detenido quien informó al Consulado. Con una frase hecha contestan al Consulado uruguayo y al abogado del Centro Uruguayo de Madrid-CTIU, “ Moliner no reúne el requisito de presentar documentos que justifiquen el objeto y las condiciones de la estancia prevista". La otra turista uruguaya fue devuelta desde Barcelona pasando por la sala de “retenidos del aeropuerto de Barajas”. Moliner, en la sala se encuentra detenidos de otras nacionalidades, una de las familias de nacionalidad brasilera con un bebe de pocos meses. Pasa la primera noche sentado en una silla. No había camas para todos y decidieron entre los prisioneros, dejarlas para las mujeres. Al otro día lo “entrevistan” y deciden devolverlo a Uruguay esa misma noche. Gustavo, se prepara para el regreso, frustrado ante tanta injusticia y ve como trunca su ilusión de visitar a su amor en tierra española. Los guardias esperan hasta último momento para llevarlo al avión y con la misma eficacia que actuaron contra Gustavo pierden el avión. Nuevamente desolación. Otra vez a la “sala” a compartir penas con los demás. Afuera la jóven novia acompañada por su familia, impotentes, deprimidos, buscando una luz de esperanza entre tanta injusticia. Nosotros pensamos en los jóvenes españoles y europeos con la mochila al hombro, que recorren el mundo, sin hotel, sin cartas de invitación y con lo justo para no morirse de hambre. Las autoridades consulares se ponen de nuevo en contacto con la policía, el domingo 23, afirman que Moliner ya está de vuelta en Uruguay. Mienten. Se presenta un recurso de Habeas Corpus y el Juez contesta que “no es posible ya que Gustavo tiene la posibilidad de viajar en avión a donde el quiera con toda libertad”. La policía vuelve a negar la detención de Gustavo cuando el Cónsul de Madrid pregunta el día lunes por él. El Cónsul, ante nuestra aseveración de que Gustavo continúa recluido, insiste y logra verse con él. Con Gustavo estamos en contacto a través de una cabina de teléfono que tiene la sala multiuso de reclusión. Llamamos y un brasilero nos informa que anoche (martes 25), sin previo aviso, estaba dormido, lo meten en avión rumbo a Uruguay. Preguntamos, casi automáticamente, ¿hay algún uruguayo?. Nos contesta, Martín Sebastián Fontes, uruguayo del barrio Colón, con billete de ida y vuelta, con dinero y reserva de hotel pagada, pero sin la carta de invitación. Todos los que llegan no entienden nada, no se explican que tengas que conocer a alguien para venir a visitar a España y que te traten como a un presunto delincuente. A nosotros tampoco nos gustan los requisitos impuestos por España, que aunque los reuna el visitante, queda a "criterio" del policía de guardia en la frontera, si te deja pasar o no. |